Carlos Ibañez y Varela, nieto del Reimundo Ibañez, nació en 1824, estudia la carrera de ingeniero de minas. Después de realizar las practicas en las Minas de Almadén, cuya propiedad era del Estado, decide dejar la profesión por los abusos que existían en aquella época con los trabajadores.

Era un referente en la profesión, eran numerosos los compañeros que le realizaban consultas, a los cual asesoraba desinteresadamente.

Pasaba grande temporadas encerrado en su casa, dedicado a idear proyectos, los cuales unos los llevaba a la practica y otros no. Instalo en Madrid, el primer lavadero de ropa a vapor, con aparatos de su invención, dio unos magníficos resultados.

En el año 1867, decide hacerse cargo de las fabricas de fundición de Sargadelos, con un capital pequeño, que no llegaba a los 5000 duros, puso en actividad los dos altos hornos de las mismas, y después de varios ensayos comenzó la fabricación de loza.

Despues de muchos problemas en las fabricas, se ve en la necesidad de cerrarlas, intentando volverlas a ponerlas en marcha nuevamente pero no le fue posible.

Lo nombran alcalde de Cervo, desempeñando dicho cargo durante una década, siendo muy querido en el pueblo.

Decide regresar a Madrid, donde ocupa el cargo de Jefe de Comprobación de Pesos y Medidas, dependencia del Instituto Geográfico y Estadístico.

En la revista regional «Galicia», hay un fabuloso articulo de Curros Enriquez, sobre la figura de Carlos Ibañez. Si la vida de su abuelo, es interesante, la suya también los es, podemos decir «de tal palo tal astilla» .