Según un escrito de un destacado ribadense, publicado en una publicación de ámbito nacional, hablando del Ribadeo del año 1865, en el apartado de gentes de la villa, dice:

«Rivadeo brilla por sus mujeres, ellas son limpias y aseadas y en su mayor numero bellesimas. De carácter dulce, ameno trato , afabilidad exquisita, saben captarse las mayores simpatías y aprecio a fuerza de candor y sentimientos delicados, que tan bien suelen expresar con naturalidad y gracias indecibles. En sus trajes revelan un gusto nada común, y no se olvidan un instante de rendir culto a esa hada inconstante y veleidosa, que llaman «ultima moda». Acostumbran consagrar los domingos, especialmente en sus tardes de verano, a la ostentación de un lujo esplendido y deslumbrador, por lo que algún celoso «sufre al ver a su amante en compañía»